Tiempo e historia entre levaduras, fermentaciones, lácticos y terroir son una de las características que el vino y el queso tienen, por lógica el maridaje o armonización es algo inevitable.
La mayoría de los quesos son mejores con vinos blancos que con vinos tintos. De hecho, los taninos de los vinos tintos no maridan tan bien con el lado cremoso y láctico de los quesos, claro que existen muchas posibilidades, pero en general, es menos probable que se equivoque con un vino blanco en su queso.
Otra referencia esencial para un maridaje éxitos entre queso y vino es, los quesos en general coinciden bien con los vinos de las mismas regiones, el intercambio de suelo requiere un análisis más a fondo sobre las características de producción y suelo de la región de ambas partes, claro que al final es una experiencia interesante donde nuestros sentidos agradecen las oportunidades que les damos.
Finalmente, cuanto más guste el queso, más elegirá un vino potente también. Aquí hay algunas sugerencias que considero funcionan bien, basadas en estos principios.
El queso de cabra ama los vinos blancos crujientes y secos, con buena acidez y algo de mineralidad. Su vivacidad hará que el queso luz y lo revelará en su mejor luz. Si sirve de ejemplo un excremento Chavignol acompañado por un Sancerre, por qué no desde el pueblo de Chavignol, está seguro de que logrará su acuerdo. Funciona en general con muchas cabras y vinos blancos secos del Valle del Loira, ¡pero no dude en probar otros acuerdos!
Para este queso típico de oveja del sudoeste, nada mejor que un Jurançon (Jurançon es una comuna francesa, situada en los Pirineos Atlánticos y la región de Aquitania): vino seco blanco aromático, despertará su queso de oveja y lo sublimará con sus notas florales. La elección de un vino seco (o puede dejar a sí mismo a un vino dulce, aunque por lo general se reserva para los quesos azules como el Roquefort o azul) que dará un matiz untuoso a su queso.
Cuando decimos queso, no siempre pensamos en el champán, cuando va muy bien con el queso. Las burbujas vendrán a aligerar y dar vivacidad al acuerdo bajo tu paladar. Por ejemplo, pruebe un champaña blanco con Chaource o Soumaintrain, queso cremoso de leche de vaca: ¡sus papilas gustativas lo agradecerán!
Otra idea para un maridaje mágico es elegir un champán dulce y armonizarlo con gorgonzola … ¡expectacular!
Ahora bien, si de vinos tintos hablamos. Estas podrían ser unas recomendaciones que les podrían interesar como:
– Queso parmesano con vinos tintos jóvenes o blancos suaves
– Quesos curados o muy curados (manchego) con vinos con cuerpo y barrica
– Queso brie, con vinos jóvenes incluso sin barrica y uvas como gamay, merlot o syrah
– Quesos azules como, gorgonzola, cabrales, roquefort o stiton con vino tinto estructurados, robustos con barrica e incluso vinos de guarda que llevaran el paladar a nuevas buenas experiencias.
– Quesos cremosos, de untar como Torta de Casar, Divirín con vino tinto joven afrutado y ligero.
Por supuesto los invito a realizar experimentos y maridajes con quesos mexicanos y vinos mexicanos lo que seguramente tendrá gratas sorpresas.
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